Diagnóstico y método de diágnostico

A día de hoy, todavía se desconoce cual es la verdadera causa fisiopatológica que genera la endometriosis por falta de investigación médica. No obstante, hay varias hipótesis que intentan explicar el origen de esta enfermedad aunque no han sido aprobadas.

Hay evidencia la cuál dice que existe cierta predisposición genética para sufrir la enfermedad, por ejemplo: las mujeres familiares de primer grado de una mujer afectada con endometriosis tienen 5 veces más probabilidad de sufrir esta enfermedad.

No aceptamos el dolor menstrual como algo normal. Muchas veces se recetan analgésicos para el dolor sin hacer las pruebas pertinentes.

Actualmente no se conocen marcadores biológicos específicos de esta enfermedad, por lo tanto, un análisis de sangre no puede diagnosticar la endometriosis.

Hasta hace poco se creía que para diagnosticar la enfermedad era necesario ver el tejido y que, por lo tanto, se tenía que extraer mediante una laparoscopia.

Esta verificación histológica es la prueba con más certeza diagnóstica ya que no es imprescindible para iniciar el tratamiento.

Para empezar el tratamiento puede ser suficiente la explicación de los síntomas al profesional médico o bien, la visualización de la endometriosis mediante una ecografía transvaginal.

Si hay exploración física, es necesario orientarse para la búsqueda de lesiones de endometriosis en la zona genital, rectal, abdominal e incluso, cicatrices.

Las principales pruebas diagnósticas son:

Otras pruebas en casos seleccionados son:

Atención: El marcador tumoral denominado CA125 puede verse incrementado en algunas pacientes, pero es poco sensible (no se eleva en todas las mujeres con endometriosis) y no es específico para el diagnóstico de la enfermedad (hay otras enfermedades que también podrían elevar este marcador). Algunos médicos lo pueden utilizar pero no es un test fiable para diagnosticar la endometriosis.